Hábitos nocivos que afectan tu identidad
A medida que crecemos, vamos encontrando un lugar en la sociedad y cultivando nuestras particularidades a través de la personalidad. Sin embargo, existen hábitos implantados en nuestro subconsciente que pueden atentar y limitar, sin darnos cuenta, esta personalidad que constituye la base del carisma y el magnetismo natural. Hábitos que dañan nuestra personalidad y autoconfianza
La atracción natural es muy potente en una persona que se conoce, se acepta y se ama tal y como es y que, además, no busca validación pues se muestra sin miedo ni arrepentimiento desde una vulnerabilidad saludable. Hábitos que dañan nuestra personalidad y autoconfianza
Costumbres nocivas
Un hábito es una conducta que repetimos sin cuestionamientos. Los hábitos se almacenan en los ganglios basales, que es una región de nuestro cerebro conectada con la corteza cerebral, el tálamo y el tronco del encéfalo encargada también de los movimientos motores voluntarios y del aprendizaje de procedimientos.
Revisa y analiza tus comportamientos
Estos hábitos afectan nuestra conciencia por lo que es importante, cada cierto tiempo, observar, conocer, analizar y cuestionar esas acciones inconscientes.
En esta ocasión, prestaremos atención a ciertos hábitos conductuales y de pensamiento que perjudican o limitan, particularmente, el desarrollo de la autoconfianza y del valor personal.
Toma nota de las malas practicas conductuales que puedes estar realizando
Deseo obsesivo por alcanzar el perfeccionamiento
- Buscar la perfección: El deseo de alcanzar la perfección es un camino autodestructivo, al intentar controlar todo, no desarrollamos el potencial imperfecto de nuestro yo; quienes somos pasa también por las caras oscuras de nuestra personalidad, un camino descontrolado e imprevisible, entonces, caemos en una negación de la esencia tanto personal como del estar vivo.
Darse en exceso
- Entregarse en demasía: Volcarse de forma excesiva en satisfacer los deseos de los demás, en servir y acompañar al otro esconde una necesidad de aceptación, aprobación, consideración y apreciación absoluta que limita nuestra verdadera esencia por miedo al abandono. Pensamos que los demás están sólo por lo que podemos darles o facilitarles en lugar de por quienes somos.
Necesidad de reconocimiento
- Perseguir la integración a través de impresionar: Se trata de la necesidad de admiración, de visibilidad y de existencia a través de la mirada del otro. No busques oportunidades de lucirte o, incluso, de infravalorarte para generar lástima y que, finalmente, te digan lo genial que eres. Ten cuidado en cómo te muestras al mundo a través de tu discurso. No necesitas poner a prueba tu valía personal, todos tenemos nuestro propio valor. Ten en cuenta que la humildad es sumamente atractiva y poderosa.
Necesidad de validación
- Utilizar preguntas validadoras como muletillas: Cuidado al construir tus afirmaciones empleando muletillas validadoras al final, como por ejemplo: “El mundo necesita más afecto, ¿verdad?”. Estas fórmulas inocentes transmiten un mensaje de necesidad de validar lo que pensamos del mundo y de nuestra forma de estar en el mundo. No necesitamos la retroalimentación o reafirmación al compartir algo que pensamos, descubrimos o sentimos.
Constante detracción
- Criticar constantemente: Participar o generar habladurías y chismes sólo siembra desconfianza porque si estás criticando al otro quién le dice que el próximo en la lista no será el que escucha en esta ocasión. Pregúntate por qué necesitas criticar, lo haces por sentirte superior, por dañar o, simplemente, por sacar plática. La crítica no es un mecanismo de vinculación ni una forma de generar conversaciones profundas, todo lo contrario, sólo genera rechazo social y desconfianza. Piensa que eres lo suficientemente interesante como para generar contenido propio sin necesidad de destruir al otro, comparte tu esencia y deja de quitarte valor.
Erradica y elimina tus malos hábitos
Permítete observar tus hábitos y estudiarlos, si localizas alguno de los anteriores comienza a erradicarlo a través del despertar de conciencia así como del descubrimiento del daño y, sobre todo, el norte de tu esencia está solamente en ti, aférrate a tus puntos cardinales y la atracción estará asegurada.