Globalización
El término “globalización” surgió en los años 80 y consiste, fundamentalmente, en la interconexión e interdependencia mundial desde un punto de vista político, económico, social y tecnológico. Como todo, desde sus orígenes ha tenido detractores y defensores, sin embargo, desde el colapso de la economía estadounidense en 2008 se habla del final de este modelo que, actualmente, se encuentra en un momento de cuestionamiento acelerado por la crisis mundial del coronavirus.
Afectaciones a nivel mundial
Durante los meses del confinamiento, la economía y el comercio internacional se vieron fuertemente afectados ante la interrupción del transporte y las cadenas de suministro. Según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística de España, una de cada seis empresas tuvo que cerrar y, en México, en sólo tres meses de confinamiento, 10 mil empresas habían desaparecido de los registros del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Reformulación la distribución y la cadena de suministro
Paralizar la economía expuso claramente la necesidad de replantear la forma en la que se ha gestionado la globalización, ya que no se trata de eliminar la globalización y regionalizar la producción, pues esta regionalización ocasionaría una caída en los ingresos reales de casi el 20%, sino de reformular la distribución global de la producción y la interconexión de la cadena de suministro y el transporte internacionalmente para no tener cadenas tan fragmentadas y no depender exclusivamente de un solo proveedor para minimizar el riesgo de fallos en el suministro.
11 Personas mueren de hambre en el mundo
El confinamiento demostró que la globalización es un motor de crecimiento ya que, al frenar la producción y el consumo, la prosperidad se redujo en todo el mundo. Evidentemente, la forma de gestionar esta globalización es la causante de que la afectación no se viva de la misma forma en Alemania que en Bangladesh. Según datos del Banco Mundial, la pandemia del COVID-19 llevará a 150 millones de personas a la pobreza extrema durante el 2021. Por su parte, Oxfam Internacional declara que las muertes por hambre superan a los decesos por el virus, concretamente 11 personas mueren de hambre en el mundo cada minuto sin contar que el número de personas que viven en condiciones cercanas a la hambruna se ha multiplicado por seis, hast llegar a más de 520,000.
Cambiemos las reglas del juego
Nos encontramos en un momento crucial para el bienestar de la población mundial, donde tenemos la oportunidad de cambiar las reglas del juego para conseguir un mundo más equitativo en el que las riquezas se repartan de una forma más igualitaria para reducir la brecha entre las potencias económicas y los países en vía de desarrollo. Hacer esto requerirá no del aislamiento económico y comercial sino de una mayor diversificación en la cadena de suministro y, sobre todo, de eliminar los bajos salarios en la producción y las precarias condiciones laborales como una ventaja competitiva para que, ahora sí todos ganemos juntos como seres humanos que habitan y comparten un mismo planeta en busca de una vida digna para esta generación y las venideras.