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La pandemia del Covid-19 marcó un antes y un después en todos los ámbitos de nuestra vida, desde cómo aprendemos, por qué y para qué aprendemos. Sin duda alguna, la sociedad y el individuo siempre han considerado el conocimiento como algo valioso, apreciado y perseguido, incluso, necesario para alcanzar una vida próspera y feliz pero desde distintas perspectivas y realidades. ¿Cómo y por qué hacer del conocimiento tu nueva forma de vida?

 

 

El gran cambio post Covid es que el conocimiento ya no es simplemente un medio para sino una forma de vivir. Las empresas, que son el motor de la economía, se han dado cuenta de que hay que estar preparado para lo inesperado, incluso para lo salvaje, por ello, ya no buscan candidatos convergentes o limitados sino candidatos divergentes, sin límites o candidatos 360 grados. Y cómo se consigue no tener límites, pues adoptando al conocimiento como una forma de vivir, de ser.

De esta forma, no hay manera de responder “no sé hacerlo” o “no puedo” porque todo se puede investigar y acabar conociendo pero no como una tarea impuesta sino como una reacción automática tan lógica como respirar. En inglés, el término acuñado es “long-life student”, en español, podría ser “estudiante vitalicio”.  ¿Cómo y por qué hacer del conocimiento tu nueva forma de vida?

 

A continuación, te presentamos una serie de actitudes que te ayudarán a convertir en una forma de vida la búsqueda del conocimiento.

Se humilde

Sé humilde. Ya lo decía el filósofo griego, Sócrates: “Sólo sé que no sé nada”. Aquel que busca conocer no presume, no exhibe, no se jacta de lo que conoce sino de lo mucho que desconoce.

Aprende a amar verdaderamente el saber

Quien ama verdaderamente el saber, nunca ve el final de su labor y eso no le causa inseguridad o angustia sino placer, porque aquello que lo motiva es inagotable. Esta actitud te llevará a desarrollar varias de las habilidades más buscadas por los reclutadores post Covid: gusto por el aprendizaje continuo y curiosidad.

Relacionate

Sal al mundo y relaciónate. Cada persona es una isla de conocimiento en sí misma, un continente de experiencias y reflexiones personales. Nunca menosprecies a nadie ni lo catalogues por la cantidad de títulos o el grado de experiencia laboral que ostente en su perfil de LinkedIn; no te cierres y encontrarás verdaderos tesoros.

Disfruta el trabajo en equipo

Busca siempre y disfruta del trabajo en equipo. Es cierto que es un reto pero también es el mejor camino para alcanzar un trabajo de calidad en menor tiempo. No tengas miedo de exponer frente al otro tus puntos de vista, criterios, preocupaciones y reflexiones; recuerda que eres humilde y no buscas reconocimiento ni validación, visualiza al otro como un aliado y no como una amenaza. Como adivinarás, el trabajo en equipo es otra de las habilidades más valoradas en este nuevo entorno laboral.

 

Cambie el enfoque 

Cambia el foco, lo importante no es la meta sino el camino. El amar conocer implica que no me obsesiono con alcanzar, con llegar a la meta sino con todo lo que va sucediendo en el camino y visualizo cada situación, conflicto, aprendizaje de ese día transcurrido como un triunfo en sí, por lo que la satisfacción de una persona que adopta el conocimiento como un estilo de vida no recae en los objetivos conquistados sino en todo lo vivido plenamente en el camino de lo trazado.

Conecta con tus emociones y con las de los demás

Permítete estar conectado con tus emociones y con las de los demás. Las emociones o las habilidades blandas también proporcionan una fuente de conocimiento al ser humano. Antes, se pensaba que una persona emocional no podía ser racional porque estaba descontrolada, hoy, sabemos que este pensamiento es erróneo; las emociones hay que conocerlas y permitirlas, es la negación de la emoción la que causa bloqueo y descontrol en el ser humano.

 

 

Desarrolla el pensamiento crítico, honesto y constructivo 

Por último, desarrolla el pensamiento crítico, honesto y constructivo. Cuestiona todo lo que te llegue, incluso y sobre todo, cuestiónate a ti mismo. No consumas, no aceptes, no asumas e incorpores cualquier cosa a la primera; pero, no lo hagas desde la inseguridad, la envidia o el rencor sino desde la curiosidad de que todo se puede reaprender y desaprender, de que las múltiples perspectivas harán que estés más cerca del aprendizaje 360 grados, de un aprendizaje esférico e integral, divergente. Cuando cuestiones, analiza y aporta, la crítica destructiva sólo busca dejar un vacío lleno de inseguridad y no forma parte del pensamiento crítico porque una crítica siempre construye, asegúrate de aportar siempre. Esto te hará una persona con una mentalidad de crecimiento, sin miedo a la retroalimentación y con una buena capacidad de liderazgo propio y para con los demás.