Alcanzando el verdadero entendimiento
Vivimos en una sociedad altamente comunicada pero, paradójicamente, aislada y con problemas para alcanzar un verdadero y fluido entendimiento. ¿Cómo mejorar nuestra capacidad comunicativa?
Practica la eficiencia comunicativa
La comunicación eficiente se consigue cuando el emisor transmite un mensaje claro y conciso y, así, consigue que el receptor lo comprenda y haga algo. Parece sencillo pero es un arte y, en el camino nos perdemos en el proceso comunicativo e, incluso, llegamos a caer en incoherencias y desacuerdos gratuitos.
Emplea lenguaje verbal y no verbal
La comunicación es un encuentro con el universo del otro empleando el lenguaje verbal y no verbal como herramienta de descubrimiento.¿Cómo mejorar nuestra capacidad comunicativa?
Aprende a escuchar
El primer aspecto que debes cuidar es aprender a escuchar de forma activa, pero qué significa esto, se trata de escuchar al otro con el verdadero deseo de comprenderlo tomando en cuenta no sólo sus palabras sino sus emociones, de esta forma, el interlocutor se siente libre de expresar y conseguiremos confianza, cercanía y seguridad.
Escucha de verdad y con atención
La comunicación es un camino de doble vía y, si primero escuchamos verdaderamente al otro, nuestro camino comunicativo será más agradable y sencillo. No obstante, abandonar el ego no es sencillo, ciertamente preferimos hablar que escuchar. Se ha demostrado que, al hablar sobre nosotros, se activan áreas del cerebro relacionadas con el placer.
No juzgues, no interrumpas.
Para escuchar de forma activa puedes comenzar por no juzgar lo que escuchas, evita dar consejos cuando no te los están pidiendo y, desde luego, olvídate de interrumpir, repite o reafirma la información proporcionada y pide más información clave.
Se conciso, el tiempo es oro
El segundo aspecto es practicar la eficiencia a través de la concisión: decir más con menos palabras. Se ha demostrado que las personas sólo recuerdan entre el 10 y el 25% de lo que escuchan y no más de 7 ideas de lo que leen, así que, si quieres tener éxito al comunicar, debes evitar dar rodeos, utilizar expresiones demasiado complejas o redundantes y repetir ideas de forma innecesaria. Sobre todo, no relaciones el ser conciso con ser grosero, muchas personas sienten que si no usan fórmulas extensas y rodeos, el otro puede molestarse pero, nada más lejos de la realidad: el tiempo es oro.
Te recomendamos un autoexamen de concisión, piensa en tu punto de vista sobre algún tema de actualidad y de tu interés. Escribe la primera versión sin pensar demasiado, intenta que la comunicación sea lo más espontánea posible. Cuenta las palabras. A continuación, busca redundancias, palabras de relleno, voz pasiva, incoherencias, adjetivos débiles y fórmulas de cortesía e intenta reducir el contenido entre un 30-50% en comparación con la primera versión.
Alcanzar la concisión y la escucha activa requiere de mucha práctica pero estamos seguros de que, al ver los resultados de estas dos técnicas, obtendrás con mayor facilidad una respuesta positiva ante tu comunicación.