¿Cuál es el significado e impacto en nuestra educación financiera?
Que es la procrastinación financiera y como enfrentarla, al buscar el verbo procrastinar en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española encontramos que significa “diferir o aplazar”. Si aplicamos este verbo a las finanzas personales, estaríamos hablando de posponer tanto la planificación como la ejecución del control financiero. Ya que, psicológicamente, procrastinar nos habla de un escalón enorme entre el pensamiento, la intención y la acción; es decir, no es que ignoremos que debemos gestionar nuestros ingresos de la mejor forma o que debemos pagar el recibo de la luz sino que existe un descontrol en el plano de la acción que nos imposibilita hacer frente a tiempo a nuestras obligaciones y metas.
Consecuencias
Una de las primeras consecuencias de la procrastinación financiera es el alto costo de oportunidad que representa, en resumen, cómo nos afecta financieramente aquello que dejamos de hacer. Por ejemplo, cuando posponemos el pago de nuestras tarjetas o servicios, al hacerlo, posiblemente nos perdamos de promociones, descuentos, bonos o, incluso, premios de fidelidad que acaban convirtiéndose en muchos casos en pagos con intereses o en un mal historial crediticio.
Patrimonio
Hoy, generar un patrimonio tanto tangible como intangible se convierte en toda una hazaña. Según los datos extraídos de las encuestas Cultura Financiera de los Jóvenes en México, de Banamex y de la UNAM así como de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del INEGI, las dos metas económicas principales para los jóvenes mexicanos en los siguientes ocho años son comprar una casa (47%) y concluir sus estudios superiores (19%). ¿Se pueden imaginar cuánto esfuerzo le representa alcanzar este patrimonio a un individuo con tendencia a procrastinar? Además, las personas con este tipo de conducta también se ven afectadas en el plano laboral con un salario promedio sensiblemente menor ya que esta conducta impide acceder a puestos mejor remunerados e, incluso, conlleva a perder la fuente de trabajo más fácilmente.
Consejos fundamentales para modificar tus hábitos de procrastinación
A continuación, te proporcionamos tres consejos fundamentales para modificar este hábito:
- Identifica las consecuencias de la procrastinación, evalúa y analiza qué sucede, por qué posponer. A menudo, suele deberse a aspectos mucho más profundos y complejos que el olvido.
- Lleva un exhaustivo presupuesto de ingresos y gastos personales con fechas de corte y de pago. Debemos ser capaces de saber en qué y cuánto hemos gastado en todo momento. Ordena tus finanzas personales. Conocer es poder, no te pierdas en la incertidumbre y la ansiedad de no saber por dónde vendrá el golpe financiero. Controla y revisa periódicamente tus facturas, ingresos y cargos bancarios. Verás que, cuando tengas tu información financiera al día, te sentirás mucho más tranquilo y capaz.
- Establece metas financieras. Saber a dónde quieres llegar en términos de patrimonio te ayudará a mantenerte enfocado y en control, recuerda que no sólo es importante saber el qué sino también el cómo, así que, si tu deseo es comprar un coche, por ejemplo, conocer todos los detalles en términos de costos te ayudará a sentir que tu meta es más alcanzable que si sólo lo dejamos en un deseo o en un sueño.