Primeros pasos
En el artículo pasado vimos la importancia que representa el compostaje respecto al tratamiento de los residuos en el hogar para reducir la contaminación que estos desechos generan. En esta ocasión hablaremos de cómo dar los primeros pasos de forma sencilla y económica, no se necesita tener un gran jardín, se puede compostar en un pequeño departamento. ¿Cómo comenzar a compostar en casa?
¿Qué se debe compostar?
Lo primero es tomar en consideración que residuos orgánicos se pueden compostar: frutas y verduras crudas y/o cocidas, café o té, plantas y pasto del jardín, hojarasca, cáscaras de huevo, servilletas y pañuelos de papel sin tintura, frutos secos, cáscaras de cítricos, esponjas vegetales y cepillos de bambú o madera.
¿Qué no se puede compostar?
Continuamos con los que no debemos compostar: restos de pan, aceite de cocina, plantas enfermas, papel impreso a color, heces humanas o de animales, productos cárnicos y lácteos, arroz o pasta, restos de tabaco, ceniza. ¿Cómo comenzar a compostar en casa?
Reutiliza y construye tu composta
Lo segundo es construir una compostera, buscamos cumplir con el principio de reutilizar. Vamos a utilizar dos cubetas de 20 lt. A una de las cubetas le hacemos un agujero en el centro y a la otra la dejamos sin perforar.
Colocamos la cubeta sin perforación como base para recibir el líquido que van soltando los residuos, la cubeta con la perforación se apila sobre la otra y se coloca en un espacio ventilado y con media sombra.
Realiza el procedimiento
Lo tercero es comprender cómo realizar el procedimiento. Colocaremos capas de unos 3 ó 4 cm de grosor de materia húmeda (los desechos orgánicos) y de materia seca (hojarasca, ramas, virutas de madera, cartón sin tintura).
Rellenamos la base con una capa de tierra sin piedras que puede mezclarse con restos de carbón para favorecer la producción de oxígeno, después añadimos la primera capa de materia húmeda y la segunda capa de materia seca.
Facilitando la descomposición
Al cabo de 3 ó 4 días, debemos remover y oxigenar la mezcla del compost para facilitar la descomposición y evitar la formación de bacterias anaeróbicas. A la semana, podemos volver a incorporar el líquido recuperado (lleno de nutrientes) en la base de la primera cubeta para humedecer la mezcla.
La humedad es muy importante en el proceso, la mezcla no debe resecarse porque se detiene el proceso pero tampoco debe estar excesivamente húmeda porque se pudre la mezcla, así que en uno o cuatro meses ya debería estar listo nuestro abono orgánico de primera calidad.
Cuéntanos tu experiencia
Como ves, es un proceso sumamente sencillo y económico que, además requiere muy poco esfuerzo. Cuéntanos en comentarios tu experiencia haciéndote responsable de tus residuos orgánicos y generando este rico abono.