Los estragos del covid para el medio ambiente
Enero del 2020, la OMS declaró el inicio de la emergencia sanitaria del virus SARS-CoV-2, conocido como COVID-19. Sin duda, la emergencia sanitaria vino acompañada de una serie de recomendaciones para detener los contagios como el uso de cubrebocas, guantes, distanciamiento físico y aislamiento así como una gran variedad de pruebas para detectar la enfermedad.
Un año después, aún seguimos intentando detener la propagación de la enfermedad pero se han comenzado a ver los estragos en el medio ambiente por la forma de consumo de estos productos así como el tratamiento de los residuos.
Ausencia de reglas en el tratamiento de los residuos
Existe una falta de lineamientos por parte de los gobiernos para tratar estos residuos de forma no sólo responsable con el medio ambiente sino también con el tratamiento seguro desde el punto de vista de la salud ya que, al entrar en contacto con la saliva se convierten en residuos médicos que no deben desecharse de cualquier forma ni en cualquier lugar.
Entonces, cómo es posible que se encuentren cubrebocas y guantes en los océanos y en las playas de todo el mundo, desde Hong-Kong hasta el Lago de Amatitlán en Guatemala.
129 K de cubrebocas y 65 k de guantes arrojados al medioambiente
Doug Cress, V.P. de conservación de la Asociación Ocean Conservancy, declara que, mensualmente, arrojamos. indiscriminadamente al ambiente 129,000 millones de cubrebocas y 65,000 millones de guantes de plástico. Según Forbes México, un mexicano genera al mes 2 kilos de cubrebocas más los 28 kilos que ya producía antes en promedio y, lo más grave de todo esto, es que el 90% de los desechos en América Latina y el Caribe no se recicla y termina en vertederos, ríos, lagos y océanos.
El cubrebocas tarda mas de 400 años en desintegrarse
Un solo cubrebocas desechable tarda más de 400 años en desintegrarse. Además, su composición en múltiples capas hace imposible su reciclaje sin olvidar el ya mencionado riesgo biológico que representa.
Islas de basura flotando en el mar
Este tremendo impacto se une a la crisis de los residuos plásticos, según una estimación publicada en el 2018 por el Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente, más de 8 millones de toneladas de plástico acaban en los océanos cada año, la concentración de plástico crece de forma tan acelerada que está dando lugar a grandes concentraciones de residuos flotantes, conocidos como “islas de basura” que ocupan una superficie actual de casi 18 millones de kilómetros cuadrados.
Conciencia ante el uso de estos productos
Es de suma importancia que generemos una cultura y una conciencia ante el uso de estos productos de protección personal incluso en tiempos de crisis porque, si bien son necesarios por cuestiones de salud pública, también es importante no caer en conductas consumistas movidas por el pánico y la paranoia para tomar decisiones responsables y conscientes.
Alternativas para minimizar el impacto
De este modo, la OMS sostiene que lavar y desinfectar las manos de forma frecuente ofrece mayor protección que utilizar guantes de plástico en lugares públicos, así que evita utilizarlos y, si no estás infectado o en riesgo alto de contagio, los cubrebocas de tela lavable ofrecen la suficiente protección al lavarse después de cada uso.
Si puedes deshecha estos productos en centros autorizados
Asimismo, es importante no desechar estos productos en la calle ni en el bote de la basura de nuestro hogar sino en centros autorizados para el tratamiento de estos residuos. Todo primer paso comienza con ser conscientes del problema, así que la próxima vez que utilices y deseches tu cubrebocas piensa si también estás haciendo tu parte para proteger el planeta.