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Caos y desorden

La vida es un conjunto de momentos, muchos de ellos serán placenteros, sin duda, nos llenarán de satisfacción y alegría pero también nos encontraremos con acontecimientos en los que todo se derrumbará, el caos y el desorden tomarán el control y nos sentiremos inmersos en una tormenta emocional que puede llegar a enfermarnos si no sabemos cuidar de nosotros mismos y es que no se trata de evitar al mundo y su desastre, no se trata de aislarnos para protegernos del temor y del daño sino de cómo nos cuidamos para estar centrados aun atravesando la peor adversidad.  ¿Cómo enfrentarnos al caos?

 

Jordan Peterson

El psicólogo clínico Jordan Peterson en su libro “12 reglas para vivir: Un antídoto al caos” propone una serie de consejos para estar más preparados a la hora de enfrentar el desastre y equilibrarnos. Hoy, haremos un resumen de estas reglas para que puedas reflexionar al respecto y, sobre todo, para que comiences a aplicarlas.  ¿Cómo enfrentarnos al caos?

 

 

Cuida de ti

Cuida de ti mismo como si cuidaras de otra persona. Normalmente tratamos a los demás con respeto y prestamos atención a procurar el bienestar y la felicidad de aquellos a los que amamos, sin embargo, en ocasiones, somos nuestro peor verdugo, nuestro peor crítico y nuestro mayor enemigo y es que, en psicología, el conocernos tan bien y el ser capaces de ver todas nuestras facetas, buenas y malas, nos lleva al autorrechazo, pensamos que no nos merecemos el bienestar.

 

 

 

No te compares con nadie

No te compares con los demás, la única persona con la que podemos compararnos es con quien fuimos ayer. El secreto de enfrentar la adversidad libre de frustraciones pasa por no compararnos con otros porque la verdadera medida de progresión siempre debe fijarse en quiénes éramos antes de comenzar el proceso de crecimiento.

 

 

 

 

 

Cambia y pon orden en tu universo

Pon orden en tu casa antes de criticar el mundo. Sí, el mundo puede ser un lugar despiadado, cruel, injusto y lúgubre, pero de qué sirve culpar al mundo por el sufrimiento personal, realmente de muy poco, lo que el mundo y nosotros mismos necesitamos es ocuparnos de la responsabilidad de nuestra vida, entrar en acción; si quieres cambiar el mundo, comienza por cambiar tu pequeño universo personal.

 

 

Evita lo fácil o conveniente

Busca lo importante, no lo conveniente o lo fácil. Vivimos en la época de la comodidad y la conveniencia, una sociedad de placeres inmediatos, sin embargo, esto nos ha hecho más conformistas y débiles, rechazamos todo lo que signifique un sacrificio, pero la recompensa siempre va a ser proporcional al grado de sacrificio. La voluntad para enfrentarnos a lo desconocido nos ayudará a transitar con una mejor actitud por el caos vital.

 

 

 

Sin mentiras

No mientas. Ni pequeñas ni grandes mentiras porque, poco a poco, nos van quitando la costumbre de decir la verdad, pero sobre todo, no utilices la mentira para obtener lo que deseas. En ocasiones, mentimos para transformar un objetivo mal diseñado en la realidad. Entonces, caemos en planes poco realistas y mal formulados que parten de un punto  basado en la mentira. Deja de autoengañarte y mejor asume el compromiso de decir siempre la verdad, sobre todo a ti mismo para reconocer las posibilidades reales de conseguir ese sueño.

 

 

 

 

Naturaleza humana

No crees reglas en contra de la naturaleza humana. Evidentemente, poco podemos hacer en contra de las normativas gubernamentales, sin embargo, esta recomendación se basa en analizar las reglas que creamos en nuestras vidas, aquellas que trazan los límites, analiza si van en contra de tu esencia, de tu naturaleza porque, muchas veces, nos escondemos detrás de estas reglas para sobreprotegernos y esto sólo nos hace débiles y frágiles, incapaces de afrontar retos, pregúntate si, en realidad, estás evitando exponerte al riesgo y limitando tu verdadero ser.

 

 

Pequeños detalles

Disfruta de los pequeños placeres de la vida, no bases tu felicidad en el alcance de grandes objetivos, porque sólo conseguirás sentirte perdido en la insatisfacción y frustración, enfócate en el camino y en los pequeños momentos de felicidad que van apareciendo a tu alrededor. Sabemos que la felicidad incondicional es prácticamente imposible, pero si vamos a condicionar la felicidad, no hay que complicarse.

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