Datos de INEGI
Según datos recogidos por el INEGI durante el pasado año 2020, en México, existían 84.1 millones de usuarios de Internet, lo que representa el 72.0% de la población de seis años o más y 88.2 millones de usuarios de teléfonos celulares, de los cuales el 91.8% son teléfonos inteligentes o smartphones.
Uso excesivo de dispositivos electrónicos
La situación actual de pandemia global ha venido a aumentar la cantidad de horas que pasamos conectados a dispositivos electrónicos y a Internet por lo que multitud de estudios a nivel médico se han llevado a cabo para alertar sobre las consecuencias del uso excesivo de estos dispositivos.
Equilibrio
Como bien dice el refrán, en el equilibrio está la virtud y cualquier herramienta, afición o tendencia llevada al extremo puede tener consecuencias no tan positivas para los seres humanos.
Dependencia
Este es el caso de la adicción a los dispositivos electrónicos, en los últimos años, nos hemos vuelto dependientes tecnológicos porque utilizamos aplicaciones para prácticamente todo, desde cocinar, viajar o relajarnos, así y sin darnos cuenta, el celular ha pasado a ser una extensión de nuestro cuerpo en todo momento.
Consecuencias
Hoy hemos reunido las principales consecuencias del uso excesivo de estos dispositivos en la salud física para realizar un uso más consciente y respetuoso que permita conciliar y cuidar lo más sagrado que tenemos: nuestro cuerpo.
Text neck
Mala postura: En inglés se conoce como “Text neck” y se da cuando inclinamos el cuello para observar la pantalla. Al hacer esto sometemos a los músculos cervicales delanteros y traseros a una presión de hasta 30 kg y esta presión puede llegar a generar dolores musculares intensos, mareos y migrañas.
Daños
A largo plazo, puede conllevar una condición neurológica conocida como “neuralgia occipital” donde los nervios occipitales, que van desde la parte superior de la médula espinal hasta el cuero cabelludo, se dañan generando migrañas, desorientación y desmayos.
Lesiones
Lesiones en las manos, muñecas y codos por posturas incorrectas al utilizar estos dispositivos durante largos periodos de tiempo. La mayoría están relacionadas con la inflamación de los tendones de la muñeca, la más grave es el síndrome del túnel carpiano.
Quervain
En el caso de los dedos, el tener que sujetar el peso del dispositivo puede generar lo que se conoce como dedo en resorte o la tendinitis de Quervain al desplazarnos por la pantalla, lo más popular es un dolor intenso y pérdida de fuerza en los dedos.
Nervio cubital
También se puede dar la lesión del nervio cubital en el codo al apoyarnos en los codos con los brazos estirados hacia arriba durante mucho tiempo.
La vista
Problemas en la vista: La frecuencia de pestañeo se reduce una tercera parte al estar concentrados en la pantalla, por lo que la falta de lubricación en la retina puede llegar a alterar las condiciones anatómicas de la córnea, propiciar infecciones oculares y generar fatiga visual.
Perdida de visión
La exposición continua a pantallas brillantes potencia la pérdida de la visión nítida, especialmente durante la noche. Asimismo, según un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences la luminosidad de las pantallas reduce la producción de melatonina en el cerebro, la hormona reguladora del sueño, por lo que retrasa y reduce el sueño REM, aumenta el estado de alerta por la noche y nos hace padecer insomnio.
Perdida de audición
Pérdida de audición: El uso excesivo de dispositivos y auriculares para escuchar música, podcasts, ver videos o atender llamadas con niveles altos de volumen puede provocar daños en el oído interno que llevan a una disminución de la capacidad auditiva, conocida como “trauma acústico”.
Tinnitus
Asimismo, la exposición a ruidos fuertes puede ocasionar “tinnitus” que son timbres, zumbidos o silbidos en los oídos. Las recomendaciones para mantener seguros nuestros oídos es nunca superar el volumen más allá del 60% y sólo escuchar música con audífonos durante 60 minutos al día, si realizas muchas llamadas, procura hacer descansos regulares de, al menos, 5 minutos cada hora.