928 total views,  1 views today

Falsos argumentos

Justo cuando estamos en un fuerte momento de cambio o cuando nos encontramos en la tesitura de tomar una decisión trascendental para nuestras vidas, se activa una voz en nuestro interior que nos siembra dudas e inseguridades, excusas, justificaciones y falsos argumentos de todo tipo para desistir, incluso, podemos llegar a sentir vergüenza o culpa ante aquel objetivo que nos va a cambiar la vida y que, en el fondo, es lo que deseamos. Este mar de contrariedades es lo que se conoce como autosabotaje; en psicología, hace referencia a una conducta que nos impide alcanzar los objetivos deseados en nuestra vida y nos convierte en nuestros peores enemigos.

Autosabotaje

El autosabotaje está relacionado directamente con un concepto desarrollado por Freud: el “superyó” o crítico interno. Esta estructura psicológica inconsciente surge cuando el ser humano comienza su proceso de socialización, es decir, de encontrarse y relacionarse con otros en la sociedad mediante la interiorización de las normas y los valores que ponen límites a los impulsos y deseos del ego. Podríamos afirmar, inicialmente, que es una estructura útil y necesaria ya que no podemos vivir aislados de los demás, sin embargo, lo que sucede es que, por diversas causas entre las que se encuentra una infancia excesivamente crítica o perfeccionista, desvalorizada o con abusos, se desarrolla un “superyó” crítico, estricto, punitivo y con odio y es bajo este contexto donde una estructura saludable se convierte en una estructura limitante y castrante que nos impide avanzar y evolucionar. Para comprenderlo mejor, debemos entender que para el subconsciente no existe el tiempo y, por tanto, éste no entiende cuándo sucedieron las cosas, por lo que no sabe distinguir si eso que nos pasó antes ya no nos pasa ahora, así que seguimos reviviendo esos eventos de la infancia en un bucle sin control a través de las alarmas del superyó.

Procrastinar, cosas a medias, falta de acción

Existen diversos tipos de autosabotaje: dejar las cosas a medias, procrastinar los objetivos y sustituirlos por otros menos importantes o trascendentes, buscar cualquier excusa de forma continua para justificar la falta de acción y caer en un perfeccionismo que nos acabe llevando a la parálisis y/o al abandono del objetivo trazado. No debemos dejar de tener miedo, pero sí debemos ser capaces de controlarlo y, sobre todo, de enfrentarlo.

Síndrome del impostor

En 1978, la psicóloga clínica, Pauline Clance acuñó el término “síndrome del impostor” que es un patrón de comportamiento por el que la persona se convence de no merecer el éxito y duda tanto de sus logros que cree que es un verdadero fraude y que todo ha sido consecuencia de la mera suerte o de la casualidad en lugar de producto de sus propios méritos. Suele darse frecuentemente en personas con altos niveles de exigencia y de rendimiento.

Perservera y actúa

Evidentemente, no podemos vivir sin experimentar cierto miedo o animadversión a los cambios porque es un recurso de supervivencia, no obstante, sí debemos detectar el autosabotaje cuando se nos presente. Para ello, lo primero es conocer nuestra mente, nuestro juez interno o nuestro superyó, observa la forma que tienes de hablarte y de dónde vienen las ideas sobre el mundo que adoptaste y los miedos que te atenazan, así como a quién sientes que traicionas si cambias tu esquema de ideas preconcebidas; lo segundo es trabajar en tu autoestima y en tu automotivación; lo tercero es conocer y aceptar tus verdaderos deseos para transformarlos en objetivos claros y específicos hacia los que puedas caminar y, por último, persevera y actúa, sin duda, no será sencillo, pero acepta que nada que merezca verdaderamente la pena, lo será. Sé paciente y perseverante contigo mismo para alejar la frustración, acepta las variantes del camino y disfruta de lo que ya recorriste, recorres y te queda por recorrer. Aun así, si sientes que es demasiado para ti, no te avergüences porque ya puedes reconocer e identificar el autosabotaje que ejerces en tu vida, pide ayuda y acude a un especialista que te proporcionará el soporte, la guía y el espacio seguro que necesitas para avanzar.   

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *