El cerebro
El cerebro es, sin duda, el órgano más fascinante de nuestro cuerpo. Durante mucho tiempo se pensó erróneamente que sólo utilizábamos el 10% de este órgano, sin embargo, investigaciones recientes señalan que podemos utilizar el 100% sólo que esto representaría una cantidad demasiado grande de energía, por lo que este órgano va dosificando las áreas en uso para compatibilizar con el gasto energético del resto de nuestros órganos.
Tipos de pensamiento
Aclarado esto, el cerebro genera distintos tipos de pensamientos, por ejemplo: el pensamiento lógico-matemático, el pensamiento crítico, el analítico… entre una amplia variedad se encuentra el pensamiento creativo. Todos se pueden entrenar y potencializar, por lo que la idea de que la creatividad es fruto del talento o del capricho de las musas y de la divinidad se desmorona estrepitosamente.
Todos podemos ser creativos
Cualquiera puede ser creativo y resolver o mejorar problemáticas de nuestro alrededor porque la creatividad está presente en todas las disciplinas, no solamente en las artes. Un científico o un ingeniero debe emplear su pensamiento creativo para generar nuevos algoritmos, inventos o prototipos. La creatividad es infinita y se traduce en la capacidad de generar pensamientos que resuelvan una problemática o atiendan una necesidad yendo más allá de lo establecido o de lo que ya existe.
Primer recomendación
El primer paso para entrenar el pensamiento creativo comienza en ti. La creatividad no nace en el exterior, nace en nosotros y si la fuente es pequeña como un charquito no tendremos mucha cantidad de agua que extraer, así que lo ideal es generar un océano de pensamientos, experiencias, actividades, inquietudes y sueños para que siempre encontremos algo al sumergirnos en nosotros. Por ello, invierte en experiencias, en viajes, en lecturas, en conversaciones sólo porque sí, en conocer y observar el universo que representan las demás personas, vive y cuanto más vivas, más creativo serás.
Segunda recomendación
La segunda recomendación consiste en practicar la crítica y la reflexión. Cada vez que te suceda algo, que conozcas a alguien, que aprendas algo, que sientas algo, cuestiónalo antes de asimilarlo sólo porque sí. No queremos decir con esto que te conviertas en una persona conflictiva o llena de dudas por no ser capaz de interiorizar nada, sólo se trata de un filtro crítico que te permitirá cuestionar antes de tomar lo que sea que quiera integrarse a tu sistema de pensamiento y creencias. Una vez que lo cuestiones, reflexiona sobre qué hacer con esta información, quiero hacerla mía tal y como está, quiero dejarla ir, quiero ampliarla o modificarla… no debemos creer e incorporar en automático todo lo que llegue a nosotros. Para pensar fuera de la caja primero debemos ser capaces de ver que existe una caja y debemos decidir si queremos quedarnos fuera o dentro.
No olvides siempre llevar una libreta y anotar cualquier pensamientoo o idea
El siguiente paso es anotar los pensamientos y las reflexiones repentinas así como los sueños, para ello, te recomendamos que tengas varias libretas y lápices o plumones en distintos lugares de tu casa: la cocina, el baño, tu recámara y que, cuando salgas a la calle, lleves una contigo en el coche o en tu bolsa o mochila.
Nuestro cerebro posee dos hemisferios, derecho e izquierdo. El hemisferio izquierdo es el encargado de procesar la información, la lógica y el análisis, es el responsable de los clichés porque ya son ideas probadas y asimiladas que no tienen nada de original; mientras que el derecho es el encargado del pensamiento creativo y éste es sumamente caprichoso y perezoso.
Casi siempre, el hemisferio izquierdo domina la actividad cerebral porque también es el encargado de la supervivencia pero, de forma repentina, el derecho se despierta por algún estímulo y crea ideas que, si se cultivan, pueden ser brillantes y prometedoras.
La situación es que no sabemos cuándo va a pasar esto por lo que, si no tenemos dónde anotar o el hábito de anotarlas por muy poderosas que sean estas reflexiones o pensamientos se nos olvidarán, así que para entrenar el pensamiento creativo anota todo lo que nazca de forma repentina, luego, con más calma lee tu cuaderno de ideas y decide qué podrías hacer con lo que ahí se encuentra.
Consejos para cultivar el pensamiento creativo